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Acerca de

 Corrupción 

OMSAC o la lucha contra la corrupción a nivel internacional

La corrupción es un freno al desarrollo económico y sostenible. También promueve el desarrollo de actividades delictivas y terroristas. Las poblaciones más pobres son las primeras afectadas por sus consecuencias.
 
El primer instrumento legal universal destinado a prevenir y combatir este fenómeno, que entró en vigencia en 2005, fue la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, conocida como Convención de Mérida.​ Esta herramienta legal alienta a los Estados partes de este instrumento legal a criminalizar y sancionar el soborno activo de funcionarios públicos nacionales, internacionales y extranjeros.​

Esta convención también organiza la devolución de bienes malversados o blanqueados y la extradición de personas condenadas por corrupción.​ La mencionada Convención reconoce el papel de la sociedad civil en la lucha contra la corrupción en virtud de su artículo 13, instando a los gobiernos a aumentar la transparencia, garantizar el acceso público efectivo a la información y también promover la participación pública en los procesos de toma de decisiones.​

Esta misma convención fortalece la capacidad y el compromiso de la sociedad civil, particularmente en los países en desarrollo, al brindar capacitación a las ONG sobre la Convención y su mecanismo de revisión.​

También apoya la participación de la sociedad civil durante las reuniones intergubernamentales y proporciona las herramientas legales necesarias para que pueda trabajar de manera constructiva con los gobiernos y el sector privado en la implementación de dicha Convención.​ Para hacer esto, WHOAC es una organización global comprometida con la lucha contra la corrupción y el crimen en todo el mundo.

Su principal objetivo es proporcionar inteligencia y análisis, y crear conciencia a través de una combinación de tácticas de presión global.

Es el resultado de próximamente seis (6) años de consultas y reuniones que congregaron a varias organizaciones y asociaciones nacionales e internacionales con un mismo objetivo: la lucha contra la corrupción y el crimen en todas sus formas y en todos los ámbitos del sector privado o estatal.

OMSAC contribuye a la prevención de la corrupción y el delito en todos los sectores de actividad y principalmente para apoyar a los denunciantes, sensibilizar e involucrar a la ciudadanía en la lucha contra estos flagelos, hacer cumplir las leyes y legislaciones internacionales relevantes en la lucha contra la corrupción, monitorear y dar seguimiento a los casos de corrupción probada.

Con el apoyo y esfuerzo de estas organizaciones y asociaciones internacionales dedicadas a la lucha contra la corrupción y el crimen en el mundo, los miembros de OMSAC organizaron una asamblea general el 10 de febrero de 2020 en Ginebra que resultó en la elección del argelino Mourad MAZAR, como presidente por un mandato de 5 años según lo previsto en los estatutos.

De acuerdo con los estatutos de la organización, el presidente electo designó a los 8 miembros de la junta ejecutiva que estarán a cargo de la gestión de los distintos departamentos de OMSAC.

El presidente electo instruyó a los miembros de la junta ejecutiva para que se pongan manos a la obra con el primer objetivo de configurar la hoja de ruta 2020 - 2025, la estructuración de la OMSAC y la preparación del primer encuentro con los medios de comunicación internacionales.

Finalmente, el presidente se comprometió a fortalecer la vigilancia anticorrupción e implementar la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción (UNCAC).

TAUX DE CORRUPTION & DEMOCRATIE

Tasa de corrupción y democracia en el mundo

En primer lugar está Dinamarca, seguida de otros regímenes democráticos fuertes: Nueva Zelanda (2º), Finlandia, Singapur, Suecia y Suiza (empatados en el 3º puesto) o Noruega (7º). En contraste, las naciones más corruptas son Somalia (180 °), Siria y Sudán del Sur (178 °), Yemen (177 °), Corea del Norte (176 °), Sudán, Guinea Bissau, Guinea Ecuatorial y Afganistán (172 °), Libia y Burundi (170 °). ), Venezuela e Irak (168º).

La situación en estos países altamente corruptos es tan mala que sus poblaciones enfrentan inseguridad, escasez de recursos, un estado débil o inexistente, infraestructura insuficiente, una situación de salud preocupante y un sistema educativo de mala calidad.

Informe del Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional para el año 2018. Los colores más oscuros representan los países más corruptos.

Abuso de poder para beneficio personal

Hay muchas razones por las que la corrupción es tan dañina para el sistema democrático. Por lo general, cuando las élites son extremadamente corruptas, en realidad no se preocupan por el resto de la población, ni siquiera por su propio país. De hecho, la corrupción se define generalmente como un abuso de poder para beneficio personal.

 

La corrupción rompe el vínculo entre la toma de decisiones colectivas y la capacidad de la gente para influir en esas decisiones (normalmente a través de su voto y participación). Sin embargo, es este vínculo el que define la democracia.

Además, para que un país sea democrático, debe haber un mínimo de servicios públicos. Sin un sistema educativo adecuado, buena salud y un entorno relativamente seguro, la participación de las personas en los debates políticos se reduce al mínimo.

Está claro que la corrupción implica una falla en los servicios públicos, ya que los sobornos (la forma más común de corrupción) conducen a una mala asignación de recursos, y los tomadores de decisiones están más preocupados por obtener el soborno, más importante que por tomar la mejor decisión. Para colmo, la corrupción aumenta el costo de los servicios públicos. Como resultado, los países corruptos invierten cada vez menos y se vuelven más pobres.

Un desmoronamiento de la cultura democrática

Además, la creciente tasa de corrupción conduce a una profunda desconfianza de la gente hacia las élites y el gobierno. En un país altamente corrupto, la población no confía en sus políticos ni en sus funcionarios. Si los ciudadanos sospechan o incluso temen a sus élites, no participarán en las votaciones, no se involucrarán en la sociedad civil ni participarán en debates públicos.

 

Como resultado, la cultura de la democracia se está desmoronando. Finalmente, el peor de los casos es el control del estado por parte de los gobernantes, lo que puede conducir a una tiranía total. Por ejemplo, cuando el pueblo de Venezuela comenzó a pedir reformas después de años de declive económico y corrupción desenfrenada, la reacción de las élites fue encarcelar a los opositores, usar la violencia como medio de coerción y aislar al país.

Deriva por el mundo

El último índice de percepción de la corrupción debería llevarnos a prestar atención a los efectos dramáticos de este tipo de delitos en el funcionamiento interno de las democracias. Además de Venezuela, este tipo de deriva preocupante afecta a Guatemala, Turquía, Hungría e incluso a Estados Unidos. Estos casos y muchos otros demuestran que la democracia es una joya preciosa que hay que vigilar constantemente.

 

Por: Bertrand Venard

Vergüenza en el juego de la corrupción que destroza el nombre de un país

 Rompe tu silencio y protesta contra la corrupción

 La gente corrompe el poder
y el poder corrompe a la gente

Piense en mejorar su nación y evitar la corrupción

En una democracia, no hay lugar
por corrupción

10 consejos para prevenir riesgos de corrupción en su institución

1. Adecuar el enfoque de lucha contra la corrupción

La lucha contra la corrupción no se basa simplemente en la implementación de normas penales. Todos los Estados que luchan contra este fenómeno coinciden en la necesidad de tomar acciones preventivas e involucrar a la sociedad civil. De hecho, cada institución puede actuar, a su nivel, para prevenir y detectar violaciones de la probidad. Cualquier empresa, administración o asociación que desee prevenir de manera efectiva la corrupción debe diseñar un sistema interno anticorrupción.

2. Sensibilizar en la parte superior de la jerarquía

Prevenir la corrupción no consiste en hacer gala de buenas intenciones, sino que requiere la participación de los niveles más altos de su institución, es decir, las más altas cumbres del poder ejecutivo y legislativo. La efectividad del sistema se basa en la coherencia entre las acciones implementadas dentro de la institución y el discurso gerencial: la acción debe tomarse con palabras.

3. Mapear los riesgos

Describir los procesos de trabajo dentro de su institución es fundamental: hágase las preguntas correctas. ¿Cómo se realizan las contrataciones? ¿Cómo fueron los mercados? ¿Cómo se toman las decisiones del día a día? Para cada uno de los procesos identificados, puede evaluar el riesgo de corrupción en cada etapa y adaptar sus métodos de trabajo en consecuencia. Por ejemplo, un banco que abre una nueva cuenta puede delegar esta función a un administrador de cuenta. Pero si el cliente presenta un cierto nivel de riesgo, se tomará la decisión de delegar la decisión a un director de agencia o incluso a un nivel de gestión regional. Asimismo, una comunidad que contrata puede organizar la decisión de manera colegiada cuando se identifica un riesgo.

4. Tener un enfoque integral

El mapeo de riesgos no solo debe realizarse en una parte de sus actividades. La experiencia muestra que las infracciones se concentran en áreas donde no hay control. No dé una señal restrictiva sobre el alcance de los esfuerzos de prevención de la corrupción. Por ejemplo, la actividad anticorrupción no puede limitarse al perímetro interno de su institución, dejando de lado el análisis de las relaciones con terceros (proveedores, etc.).

5. Centrarse en los problemas de corrupción y no solo en los financieros

Es una práctica común adaptar los esfuerzos de una institución de acuerdo con los intereses financieros de una decisión en particular. Cuando se trata de prevenir la corrupción, esté atento. Este enfoque basado en intereses no debe llevar a descuidar acciones de bajo impacto económico, que a veces son ocasiones para prohibir comportamientos.

6. Definir un código de conducta obligatorio

El código de conducta anticorrupción describe el comportamiento a observar en situaciones de riesgo y especifica las sanciones en caso de comportamiento no autorizado. No debe ser solo un código de "buena conducta", sino estándares que permitan a los actores distinguir entre acciones deseadas y acciones prohibidas. En este sentido, el código de conducta es un elemento del reglamento interno de su institución.

7. Configurar el control interno

Si su institución ya cuenta con herramientas de auditoría o control interno, el enfoque anticorrupción puede introducirse con bastante facilidad como una variación del trabajo ya realizado, con el objetivo de controlar los riesgos de corrupción. Si este dispositivo no existe, puede adaptar las reglas de delegación de firmas según los problemas, o incluso organizar el control mutuo entre los agentes. También puede significar someterse a la publicación obligatoria de determinadas decisiones. En todos los casos, el sistema de control interno debe dar lugar a una revisión periódica por parte de las autoridades de gobierno, para adecuar las acciones anticorrupción a las situaciones encontradas.

8. Implementar un sistema interno de denuncia de irregularidades y proteger a los denunciantes.

El establecimiento de un sistema anticorrupción eficaz reduce considerablemente el riesgo de cuestionar a la institución y sus líderes. Evidentemente, no elimina el riesgo de que se produzcan actos aislados de corrupción contra los cuales los mecanismos de prevención colectiva no pueden hacer nada. Para prevenir de manera efectiva tales actos, es necesario organizar la escalada de alertas a través de un circuito de información eficiente y tomar todos los cuidados necesarios para su tratamiento. Las personas que corren el riesgo de exponerse revelando hechos criminales o riesgosos deben estar protegidas. La ley del 9 de diciembre de 2016 obliga a proteger a los denunciantes.

9. Capacitar al personal y a los administradores

La formación es una parte importante de un buen marco anticorrupción. La experiencia muestra que el conocimiento de las conductas de riesgo a veces es insuficiente. Para ahorrar recursos, se puede considerar la formación en cascada (formación de formadores) que permita la rápida difusión de buenas prácticas.

10. Solicite la organización de seguridad anticorrupción Modial

Para la implementación del programa anticorrupción, o para el tratamiento de situaciones identificadas en el pasado, puede recibir asesoramiento u obtener respuestas de la Organización Mundial de Seguridad Anticorrupción. Los estatutos le confían esta misión consultiva que puede ejercer frente a todas las personas, públicas o privadas, naturales o jurídicas. OMSAC está dispuesta a apoyar a los actores que deseen diseñar un buen sistema anticorrupción, con el fin de garantizar, por ejemplo, la difusión de buenas prácticas.

Para ir más allá, también puede autoevaluarse utilizando el cuestionario disponible en este enlace de nuestro departamento legal. También se encuentran disponibles recomendaciones detalladas sobre las diferentes secciones del sistema internacional anticorrupción.

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